Leer un libro es recorrer una página detrás de otra, y entrar muchas veces en el ambiguo territorio de los sentidos múltiples. Nuestra época, sin embargo, pide adhesiones incondicionales y por eso triunfa cualquier mecanismo que obliga a pronunciarse de inmediato: sí o no (pulse aquí).
Columna de análise de El Pais, El acento: El éxito del fracaso. 13/06/09
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